Madre-una sola

Es tan difícil desprenderse de lo que conocemos como madre.
Y cuando finalmente creemos que lo hacemos, ya sea porque nos mudamos solas o con pareja, creemos haber superado ese trauma.
Pero creo que no es que nos desprendemos de nuestra madre, sino que adoptamos a otra figura como tal.
Tenemos una relación con un hombre. Dejamos de tener una relación con un hombre. Tenemos otra y así sigue el círculo, buscando algo más allá que no sabemos bien que es, pero sabemos que no lo estamos recibiendo en ese momento.
Nuestra poca, si es que, relación con la figura paterna debe tener la culpa.
Si hubiese tenido un padre normal: amoroso, cariñoso, atento, no tuviera estos problemas escogiendo a los hombres de mi vida. Tuviera en una relación saludable y estable.

Será que en la pareja buscamos a una madre substituta.
Esa madre perfecta incondicional. Ese amor perfecto incondicional.
Eso es lo que queremos de un ser con el que planeamos compartir una vida.
No como él padre: eternamente condicional en donde tenemos que comprobar que nos merecemos su amor.
Queremos un amor más profundo y real y de por vida.
Entonces he aquí mi cuestionamiento: ¿Alguna vez nos desprendemos de nuestra figura materna o sólo la intercambiamos por otra que nunca podrá llenar nuestras expectativas y por ende las relaciones que tenemos fallan?