Estrella fugaz

Esperaba con ansias. Esperaba desde ya hace varios días y noches.
Llego el tan esperado momento.
Te dije que no recorbada el sabor de tu boca, mentí.
Esa noche. Manejamos lejos, la intriga me mataba, pero yo confío en ti, ayer, hoy y siempre.
Era como una película y yo era la estrella.
Las constelaciones infinitas en el cielo era lo único que alumbraba nuestro nido de amor, cual número, mi amor? Nuestra mesa de cristalería fina, manteles de seda y porzelana Meissen.
Tu tan atento como siempre. Yo sólo podía contemplar la sombra de tu belleza, tu cuerpo rodeando el mío.
No pensé que había extrañado tanto ese momento.
Por dicha, las palabras sobraban y el vino no alcanzo lavarme la boca de ti.
Aun descansa en mi el sabor a ti.
Soñe contigo toda la noche, amanecí con la desesperacion de un niño al ver que sus hermanos se han comido su corn flake favorita.
Por suerte yo soy adulta y puedo moverme sin mayor esfuerzo.
Te fui a ver. Manejé hasta el fin del mundo.
Te vi. Te sentí.
Han pasado más de 30 segundos. Necesito volver a verte.